¿Qué es el liderazgo empático?

El liderazgo empático es la cualidad (a menudo rara) de poder liderar con empatía. La empatía es una emoción derivada de la parte derecha del cerebro, que nos ayuda a desarrollar fuertes lazos y relaciones con aquellos con quienes contactamos.

La capacidad de comprender las circunstancias de los demás y ponerse en su lugar es lo que separa a los grandes líderes de los buenos líderes de la sociedad actual. Al hacerlo, los líderes empáticos pueden aprender qué hace que su equipo funcione y qué no, lo que les permite planificar y liderar de manera más efectiva.

Debido al mayor crecimiento de los equipos y las diversas generaciones, por lo tanto, es imperativo que los futuros líderes mejoren sus habilidades de empatía. Después de todo, si no puede manejar la gran olla de múltiples personalidades, generaciones y creencias, ¿cómo logrará que su equipo cante la misma hoja de himnos y crea en lo que están tratando de lograr?

Los líderes idealistas como Simon Sinek promueven la idea del liderazgo empático en primer lugar. Esta nueva forma de pensar, en una era en la que hay tantas ideas, opiniones y creencias, solo beneficiará al lugar de trabajo en el futuro. Al mostrar empatía hacia las emociones y el bienestar general de su equipo, se libera la confianza entre colegas y se libera oxitocina, lo que no solo nos hace sentir orgullosos y valorados, sino que se ha demostrado que brinda resultados comerciales más productivos.

Naturalmente, como resultado de la relación y la confianza, el liderazgo empático ha creado, las personas y los equipos trabajan más duro para apoyar y ayudar a quienes muestran empatía hacia ellos. Esto, a su vez, ayuda a lograr resultados más allá de nuestros sueños más salvajes y empuja los límites en el trabajo que entregamos día a día.

Sin empatía, ¿cómo podemos realmente liderar e inspirar a quienes nos rodean?

Pregúntale a Richard Branson, pero no le preguntes a Donald Trump.