El público es lo más importante. Con mucho.
Hemos tenido presidentes borrachos, presidentes abstemios, presidentes drogadictos, presidentes incapacitados, presidentes con discapacidades físicas, presidentes mediocres, presidentes paranoicos, incluso un par de presidentes asesinados.
Los presidentes han perdido ejércitos, cometieron crímenes de guerra, iniciaron guerras y fueron asesinados por cientos de miles.
- ¿Cómo pueden las limitaciones de tiempo afectar el cumplimiento de los deberes por parte de un líder?
- ¿Cuáles son los pros y los contras de ser un líder?
- ¿Cómo me convierto en un líder en el que los miembros de mi propio equipo no contribuyen a intentar derribarme?
- ¿Qué es más importante en un líder político, su carácter o su experiencia?
- ¿Cómo terminó Alemania perdiendo la Segunda Guerra Mundial con un liderazgo y una tecnología tan buenos?
Los presidentes han sido racistas, sexistas, homofóbicos y una especie de violación.
Los presidentes han estado involucrados en encubrimientos de asesinatos y duelos.
Hemos tenido genios y tontos, demonios y santos en la oficina oval.
¡Y cada cuatro años desde 1789 – 228 años! – Hemos tenido la oportunidad de votar a otro pobre bastardo tonto a la oficina.
Y esa es solo una de las oficinas elegidas. Otros 535 políticos nacionales limitan y contrarrestan ese cargo y entre sí, evitando que la locura más atroz se arraigue. El Congreso ha estado lleno de personas violentas, mentirosos demostrables, criminales condenados y fraudes.
¡Y los votaron nuevamente!
No importa cuán estúpido, loco, incompetente, insultante, ofensivo, criminal sea un candidato … hemos votado por ellos.
Para bien o para mal, tenemos el gobierno que merecemos. Porque votamos por las personas que lo dirigen.