Últimamente he notado una tendencia en las revistas de negocios: hablar de administración como si fuera un juego, con reglas y estrategias para ganar. Algunos artículos ofrecen consejos útiles para avanzar en su carrera, pero otros pueden enviarlo por el camino equivocado cuando sugieren ciertos movimientos.
Esta es la peor de las nuevas sugerencias. “Necesitas aprender a manejar a tu jefe”.
He leído bastantes definiciones diferentes para administrar. Usted “ayuda a su jefe a hacer su trabajo”. Usted “aprende a hablar su idioma”. Incluso hay libros completos sobre cómo aprender a manejar a su jefe. Un escritor describe la gestión como “ayudar a su jefe a llevar su propio peso”.
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Puede pensar que eso suena razonable, un beneficio mutuo para todos, ¿verdad? Quiero decir, ¿qué tiene de malo estudiar a tu jefe y aprender a hablar su idioma? Simplemente desea mejorar su comunicación, hacer la vida más fácil para todos, incluido usted mismo. También desea tener más control sobre su propia carrera.
Pero el tiempo y la experiencia me han enseñado a desconfiar de los consejos que suenan como mumbo-jumbo de carrera, y tú también deberías hacerlo.
Una vez que examine esta noción de administrar a su jefe, su instinto podría decirle que es un poco astuto y que se siente un poco mal operar de esta manera. Aquí es por qué no debes ignorar esa sensación incómoda.
No importa cómo justifique la idea, la suposición subyacente es esta: su jefe no es completamente capaz de hacer su trabajo y requiere su mano estable y controladora. Y si su carrera es ayudada en el proceso, bueno, que así sea.
Este es el único secreto que todo gran gerente sabe: no debe tratar de manejarlo porque es obvio cuando lo hace y, lo que es peor, perjudicial para su carrera.
Incluso si crees que tienes el jefe con más cerebro del mundo, y esta es la única forma en que puede ser ayudada, tus buenas intenciones pueden ser contraproducentes para ti.
No hay nada de malo en ser ambicioso y querer salir adelante en su carrera. Pero hay mejores maneras de brillar en el trabajo que administrar a tu jefe.
Aquí hay algunos consejos en los que puede confiar: Olvídese de los juegos. Concéntrese en trabajar duro, ser honesto y confiable, y simplemente hacer su trabajo lo mejor que pueda.
Esa es la forma más segura de ganarse el respeto y causar una impresión duradera en su gerente y en cualquier otra persona que pueda estar observando.