¿Qué es el pensamiento estratégico? ¿Cómo ve la gerencia esta habilidad?

Hay dos aspectos para el pensamiento estratégico. Primero es ver la imagen más grande mientras se mantiene la capacidad de volver a los detalles para comprender las interconexiones. Con demasiada frecuencia, los empleados de nivel inferior se centran demasiado en los detalles ya que viven con problemas a ese nivel. En el otro extremo están los visionarios que ven las posibilidades, pero carecen de la capacidad de armar un plan de implementación. La dificultad radica en la dinámica que requiere tener en cuenta ambas perspectivas al mismo tiempo mientras se observan las conexiones bidireccionales. El segundo aspecto está estrechamente relacionado, pero más asociado con las complejas interrelaciones causa-efecto. La complejidad se usa aquí desde la perspectiva científica del espacio de decisión entre complicado (una gran cantidad de relaciones de causa-efecto que son predecibles colectivamente) y el caos (imprevisibilidad total mientras que todavía es generalizable a través de estadísticas colectivas). La complejidad aquí está relacionada con la causalidad no lineal y los múltiples agentes que actúan independientemente mientras aún están conectados. Este segundo aspecto a menudo separa un buen plan estratégico de uno mediocre. Las acciones estratégicas a menudo se enmarcan en un estado estático, pero se implementan en conexiones dinámicas con múltiples partes interesadas, tanto externas como internas.