Muchos estados no tienen una forma para que una corporación disuelta se reactive, particularmente cuando la corporación se disuelve voluntariamente. En estos estados, los accionistas deben formar una nueva corporación mediante la presentación de nuevos estatutos con la autoridad estatal de registro de empresas. Esencialmente, la corporación debe seguir el mismo proceso de registro que siguió cuando comenzó inicialmente. La corporación puede elegir usar el mismo nombre que usó antes de la disolución, siempre que ese nombre todavía esté disponible, o usar un nombre similar. Independientemente del nombre elegido, la nueva corporación es una entidad legal completamente diferente de la corporación disuelta.
Dicho esto, en algunos estados, las corporaciones disueltas se pueden restablecer mediante la presentación de documentos con el registrador comercial estatal. Los estados que disuelven administrativamente a las corporaciones por no presentar la documentación anual generalmente ofrecen una forma de reactivar la empresa.
Esto disminuye la carga causada cuando una corporación olvida presentar informes anuales pero no quiere dejar de hacer negocios. Por ejemplo, Nueva York puede disolver su empresa si no presenta declaraciones anuales o no paga impuestos o tarifas durante dos años consecutivos, pero le permite restablecer su empresa siguiendo un proceso específico.
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Las reglas estatales pueden requerir que reactive su corporación dentro de un cierto período de tiempo. Por ejemplo, Montana permite que las corporaciones disueltas involuntariamente se restablezcan dentro de los cinco años posteriores a la disolución mediante la presentación de formularios específicos, la obtención de un certificado de impuestos y el pago de una tarifa de presentación. Si su corporación fue disuelta administrativamente por el estado, debe corregir cualquier deficiencia antes de poder restablecerla, incluida la presentación de informes anuales faltantes o el pago de tasas e impuestos vencidos.