Algunos estrategas afirman que la gestión estratégica es en gran medida una disciplina incierta con un elemento de juicio muy fuerte. En este caso, ¿hay algún punto en el análisis formal?

Creo que creo en el análisis formal. ¿Cómo puede hacer un juicio informado si no se toma el tiempo para comprender los números, el medio ambiente, sus competidores y las tendencias en la industria y el mundo en general? Sin tales hechos y construcciones de escenarios, realmente estaría adivinando en la oscuridad, confiando solo en la fuerza de su personalidad para lograr que las personas acepten una estrategia particular.

Creo que hay un elemento de juicio en cualquier decisión. Creo que esa es una razón por la cual los líderes experimentados generalmente superan a los recién llegados. Han visto más, experimentado más y han estado expuestos a más sucesos no escritos o inusuales que el recién llegado. Esto afina su juicio siempre que realmente hayan aprendido del pasado y de sus experiencias.

También es cierto que las empresas pueden sufrir parálisis de análisis. En muchos casos, cuanto más grande y compleja es la empresa, más probable es que sea lenta para reaccionar y pivotar. Una y otra vez, muchos de estos gigantes han demostrado su incapacidad para moverse rápidamente, ser innovadores y ser la interrupción en sus campos. Así como las empresas pueden y no pueden pivotar rápidamente, pueden adoptar procesos de análisis formales que están en curso y se realizan rápidamente.

Creo que las compañías más fuertes son aquellas que pueden analizar y avanzar sobre información incompleta: ahí es donde entra en juego el juicio, así como la confianza en las personas que ha elegido liderar.

Una de las tensiones en cada sala de juntas es entre el “instinto dice …” y el “¿dónde está la evidencia?” Como director de estrategia, una vez me enfrenté con mi CEO en una reunión de la junta convocada para decidir entre nuestras oportunidades de inversión. Afirmó que una oportunidad era una certeza de la carrera porque había cenado con un ministro del gobierno la noche anterior y le aseguraron que necesitaban desesperadamente la tecnología que teníamos. Le pregunté: “¿Qué número en el análisis le gustaría cambiar?” No estaba contento.

La gestión estratégica, de hecho, toda la gestión, se trata de gestionar el riesgo y la incertidumbre y emitir juicios basados ​​en pruebas. El propósito del análisis es sacar a la superficie lo que sabemos que sabemos y lo que sabemos que no sabemos pero que podríamos descubrir. De hecho, la calidad de la toma de decisiones es una función de la información disponible para informar la decisión, y cualquier tomador de decisiones debe preguntar si hay suficiente información disponible antes de tomar la decisión.

En definitiva, toda estrategia está mal, porque no podemos conocer el futuro. La tarea de la gestión estratégica es estar menos equivocado que nuestros competidores.

Para más información, vea 12 Pasos hacia una estrategia convincente en Strategy Academy.