Algunos ejecutivos son reacios a incluir la sostenibilidad en la estrategia comercial de su empresa. Creen erróneamente que los costos eclipsarán los beneficios. De hecho, todo lo contrario es cierto.
Un número creciente de empresas se está dando cuenta de que en el mundo de los negocios, la sostenibilidad se ha convertido en un requisito para la rentabilidad a largo plazo. Como resultado, muchas organizaciones, incluidas aquellas que no han priorizado la sostenibilidad en el pasado, están haciendo un esfuerzo concertado para reducir su huella de carbono, adoptar prácticas sostenibles y mitigar el impacto ambiental de sus operaciones comerciales.
Más que ser un buen negocio, la sostenibilidad es rentable. La idea de que ser respetuoso con el medio ambiente es bueno para el resultado final de una empresa parece chocar con los supuestos populares sobre el sector privado y los intereses de ganancias corporativas. Sin embargo, la investigación confirma que hacer que las operaciones comerciales sean sostenibles es solo otra lente para crear una mejor compañía. Miremos más de cerca.
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Para las empresas, el valor estratégico de la sostenibilidad es el resultado de comunicarse y aprender de las partes interesadas clave.
Un negocio sostenible confiere importantes ventajas competitivas, que Tensie Whelan y Carly Fink describen en un artículo reciente para Harvard Business Review. Las empresas que priorizan la sostenibilidad tienden a entablar un diálogo frecuente y continuo con las partes interesadas, por lo que una empresa con “una agenda de sostenibilidad está mejor posicionada para anticipar y reaccionar a los cambios económicos, sociales, ambientales y regulatorios a medida que surgen”, escriben Whelan y Fink.
Los consumidores se preocupan (y también los empleados)
Durante la última década, los consumidores se han vuelto más conscientes del medio ambiente con respecto a las empresas que eligen apoyar. Las tendencias de comportamiento del consumidor confirman este hermanamiento de la sostenibilidad corporativa y la lealtad de marca de los clientes. Hoy en día, los consumidores esperan más transparencia de las empresas que patrocinan y pueden elegir entre una amplia gama de productos sostenibles y ecológicos que también tienen precios competitivos. Más que las generaciones anteriores, los millennials demandan productos y servicios que se alineen con sus propias filosofías y valores sostenibles.
En la misma línea, los empleados de hoy se preocupan más por el impacto y el propósito de su trabajo que sus contrapartes mayores. Por lo tanto, las empresas que invierten en iniciativas de sostenibilidad podrán reclutar y retener mejor a los mejores trabajadores.
Mejora del desempeño financiero + reducción de costos
Las organizaciones pueden ahorrar dinero y reducir costos adoptando prácticas sostenibles. Reducir el desperdicio y conservar la energía permite que las cadenas de suministro sean más eficientes, lo que permite a las empresas maximizar los retornos.
Gestionar el riesgo de manera efectiva
Para gestionar el riesgo de manera efectiva y seguir siendo competitivos en el siglo XXI, las empresas deberán desarrollar estrategias sostenibles que les permitan adaptarse al cambio climático global y a las condiciones climáticas extremas.
Las empresas con visión de futuro que ven la sostenibilidad como una oportunidad para la innovación estarán en la mejor posición para tener éxito en el futuro. Hemos llegado a un punto de inflexión en el que la implementación de prácticas sostenibles y la reducción de la huella de carbono en el sector privado son tan necesarias, tanto para la Tierra como desde el punto de vista financiero, ya que son buenas para las relaciones públicas. En otras palabras, hacer que su empresa sea lo más eficiente, productiva y sostenible posible es hacer que su empresa sea lo más rentable posible.