Además de las respuestas de Guy Pearce y Jim Pruitt, es importante recordar que el “sangrado” debe detenerse por dos razones que son imprescindibles para la existencia continua de una empresa:
- Se requiere efectivo para las operaciones diarias, incluso cuando se opera con un presupuesto muy ajustado. Cuando una empresa está en problemas y se contrata a un CEO de cambio, una de las primeras cosas que deben hacer es determinar cuánto tiempo llevará quedarse sin efectivo y cómo posponer ese día en el futuro. Esto se conoce como una “pista de efectivo”, que representa el tiempo finito que una empresa tiene para recuperarse.
- Pagos de interés. Por definición, una empresa es insolvente cuando no puede pagar sus deudas (es decir, generalmente debido a la falta de efectivo). Luego se determina si la compañía tratará de reestructurar sus pagos con los titulares de deuda, alargando así su pista de efectivo o si se declara en quiebra. Existen otras alternativas, pero estas dos son las más comunes.