La deuda normalmente se caracteriza por su valor temporal, ya sea a corto, mediano o largo plazo.
Los niveles óptimos de deuda dependen de la garantía parcial o total y de la capacidad de los flujos de efectivo actuales y futuros para proporcionar con éxito el servicio de la deuda.
El nivel óptimo de deuda a corto plazo, por lo tanto, es que toda la deuda a corto plazo puede cubrirse con el flujo de efectivo y los activos actuales o, de lo contrario, la empresa es técnicamente insolvente y está sujeta a declaraciones de quiebra voluntarias o involuntarias.
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El nivel óptimo de deuda a largo plazo depende de la valoración de la compañía y si la liquidación de los activos de la compañía es suficiente para cubrir todas sus obligaciones pendientes en su totalidad. (valor en libros)
Por supuesto, la deuda, como la depreciación, puede activarse y reajustarse hasta que sea aceptable para los auditores, inversores y ejecutivos de la empresa.
Si está buscando niveles comparativos de deuda aceptable por industria y tamaño de la empresa, puede considerar mirar los estudios de proporción de una organización confiable como RMA – Estudios de declaración anual.