¿Qué contribuciones a la teoría y práctica de la gestión provienen de las guerras en Irak y Afganistán?

Tienes que entender la cultura y la naturaleza de las personas que vas a administrar. No cometa el error de suponer que todas las ‘personas’ tienen las mismas respuestas, reacciones y naturaleza que usted o las personas a las que está acostumbrado.

Trabajar con los locales en roles de liderazgo puede ser útil, pero comprenda que la confianza, la ética, la moral y los imperativos culturales dominantes son diferentes de lo que está acostumbrado, y esto también se aplica a los líderes locales que cree que está estableciendo una buena relación de trabajo. con.

A veces, ser duro, cruel y odiado es lo mejor que puedes manejar. Al menos, ellos saben cómo reaccionar ante usted y entienden las consecuencias de no comportarse como usted quiere. Comuníquese de manera clara y consistente con consecuencias claras que siempre cumple (tanto buenas como malas). Esté preparado para adaptarse a medida que se adaptan, tanto buenos como malos.

No vayas a menos que realmente lo necesites. Es fácil subestimar las complejidades y dificultades cuando se trabaja con una ‘gente’ diferente.

Esta lección se aplica también a China y a muchas otras situaciones.

Daré solo una lección importante que hemos aprendido de cada una de las dos guerras.
Iraq (2003-11). Después de capturar, conquistar o liberar un país, no es una buena idea imponer su propio administrador civil para administrar el país ‘liberado’. Mire el desastre que se hizo al disolver el ejército iraquí durante la noche. Siempre es mejor nombrar un gobernador militar hasta que el poder pueda ser entregado a una autoridad civil del país ‘liberado’. Este sistema funcionó bien para Estados Unidos en Japón después de la Segunda Guerra Mundial y para India después de la capitulación de Pakistán en Bangladesh después de la guerra de 1971.

Afganistán (2001-presente). Es una locura tratar de entrenar a un ejército compuesto por reclutas del país “liberado” para luchar contra una fuerza compuesta por hombres del mismo país que siguen una ideología basada en su religión nacional. En cualquier caso, los afganos no necesitan entrenamiento militar de personas externas: han estado luchando con éxito contra todos los invasores durante siglos. Lo que era, y es, requerido es la modificación del programa de estudios de las Madarsas.