Cómo alabar a un gran miembro del equipo por sus esfuerzos sin desanimar al resto del equipo

Mirar los elogios con mayor conciencia nos permite comprender sus consecuencias no deseadas. Un jefe elogia a sus empleados para recompensar el comportamiento positivo y fomentar su continuidad. Esto tiene sentido. Sin embargo, los elogios, como cualquier intervención poderosa, nunca ocurren en el vacío. Puede desencadenar emociones profundas tanto en el receptor como en los compañeros de trabajo. Aquellos empleados no elogiados pueden sentirse excluidos o rechazados. El empleado alabado puede sentirse avergonzado y cohibido. Los elogios también pueden verse como condescendencia, dejando al empleado alabado sintiéndose sin poder o como si el jefe le hubiera dado una “palmada en la cabeza”.

El mejor elogio es específico en naturaleza y celebra logros genuinos y tangibles. Para obtener más información sobre el tema del liderazgo y los elogios, vea mi video “Dickman on Leadership: Loose Cannons”, donde explico las consecuencias involuntarias de los elogios que presencié en el set de “Loose Cannons”, protagonizada por Dan Aykroyd y Gene Hackman.