No se trata solo de negocios en la industria de servicios. Más del 50% de las empresas que se inician cada año fracasan en el año uno o el año dos. De los que quedan, aproximadamente el 50% de ellos fallan antes del año 5.
Las fallas en el primer año generalmente se deben a propietarios no preparados. No sabían lo que no sabían y no podían tomar las decisiones adecuadas y tomar acciones sólidas lo suficientemente rápido como para evitar el fracaso. Muchos piensan que simplemente pueden decidir entrar en el negocio, pensar en un producto o servicio y luego salir y ofrecerlo. No piensan en la ubicación, el marketing, la publicidad, quién es el verdadero mercado, qué precio pagarán los consumidores, etc. Muchos tampoco tienen en cuenta los costos ocultos al fijar el precio y descubren rápidamente que están perdiendo dinero, no lo están logrando.
Las fallas posteriores generalmente son impulsadas financieramente. Las empresas crecen demasiado rápido y superan el efectivo disponible. O de nuevo, crecen y no tienen en cuenta la necesidad de ajustar los precios para cubrir sus gastos generales reales, nuevos empleados y un mayor presupuesto de marketing o producto. Todo esto se reduce a una gestión financiera inteligente.
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